Balones de Oro molotov
No muchos años atrás, el Barcelona era un club que no contaba con el prestigio mundial que ha consechado en las últimas dos décadas y media. Ya que, pocos recuerdan que su primera Copa de Europa llego hace menos de treinta años. Y toda su gloria pasaba por copas nacionales y trofeos menores.
Sin embargo, Barcelona siempre ha estado ligado a la consagración y consolidación de nombres que permanecerán para la memoria del firmamento futbolístico para siempre.
Sametier, Cesar, Kubala, Cruyff, Maradona, Koeman, Romario, Ronaldo, Rivaldo, Ronaldinho y ahora Messi. Nombres que les traerán recuerdos a cualquier aficionado al fútbol que se precie. Y que, en su época, marcaron su sello de honor en el panorama futbolístico internacional.
No por ello, todos ellos comparten otro factor común. Todos ellos salieron del club por la puerta de atrás, dando un portazo y sin mirar atrás.
El Fútbol Club Barcelona presume de ser una institución con valores diferentes, pero en cuanto a la gestión de la salida de sus estrellas se refiere. Nunca ha dejado indiferente a nadie.
Como para todo, la ley de la vida es aplicable al fútbol, y debe haber fin. Y los ciclos de gloria nunca fueron eternos. Sin embargo, las formas y las tempestades que las salidas de las estrellas.
Cocteles molotov que arrasaron con la estabilidad del club y que dejaron varios cadáveres a su paso. Llevándose a su paso directivos y la cabeza de algún presidente.
Los ingredientes preferidos para este coctel son brasileños y Barcelona, después de una agitada temporada. Romario dejo destellos de su magia y levanto la primera Copa de Europa para el club. Pero no por ello, acabo enfrentándose al entrenador y directiva yéndose sin dejarse algún pelo en la lengua pendiente por la ciudad condal;
Ronaldo parecía ser llamado el delantero para la próxima década blaugrana, sin embargo, no paso de la primera temporada dejándose números de record y una lista de reproches hacia las personas encargadas de gestionar la renovación de su contrato con el club.
Su lugar en el trono futbolístico lo ocupó Rivaldo, quien conquisto varias ligas y a la afición desde sus primeros encuentros en el Camp Nou. Sus piernas arquedas dejaron goles para el recuerdo de todos y levantó el Balón de Oro que qué alzo hacía la cima del mundo del fútbol. Pero los viejos fantasmas volaron de nuevo por Barcelona, y acabo haciendo las maletas a Milán tras enfrentamientos violentos con su entrenador Van Gaal, su conocido archienemigo.
El caso de Ronaldinho es más que conocido, la historia de un Rey que abdicó y que rompió el corazón a todos sus aficionados. Dejando la sensación de haber podido ser el mejor de siempre, pero marchándose como siempre todos los hacen por el Camp Nou, por la puerta de atrás. Otro caso podría ser Neymar, quién tenía el pasaporte sellado para coger el relevo del GOAT, pero quién tras diferentes enfrentamientos con los dirigentes decido marcharse a prisas y corriendo en busca de su trono en una jaula de oro en París.
Y ahora que, viendo los episodios pasados parece que Messi no va a terminar diferente. Y es que parece que su contrato de por vida que firmó cuando era solo un niño se ha mojado en la ambición no correspondida por su pate de conquistar nuevos títulos. Muchos devenires con Bartomeu que esta vez no tiene pinta de que acabe siendo diferente.
El barcelonismo llora su perdida inminente, mientras que el Barcelona debería hacer una reflexión sobre la gestión de sus estrellas y sus salidas. A fin de cuentas, el fútbol tiene la memoria corta, pero GOAT no entenderá del paso tiempo. Y su salida dolerá todavía cuando la gloria vuelva al Camp Nou.