La noche pintaba emocionante en todos los sentidos. Una noche en la que desde el alma de la hinchada se esperaba para ser mágica, en donde las casas de apuestas de volvieron locas. Y así fue. Vamos por partes.
La emoción del Toto
El Toto Salvio vivió una de las noche particularmente emotiva en Boca Juniors. Se juntaban dos emociones: tener a su madre cerca y salir campeón con Boca.
La madre del Salvio había sufrido una operación delicada hace un mes, justo en un momento en el que su hijo se lo jugaba todo con Boca. Desde el hospital, alentó a su hijo como ninguna, armando ‘un quilombo bárbaro’en el hospital como contó en alguna nota.
Ayer pudo ver a su hijo campeón, y dejaron una frase y una foto para emocionarse. Ambos se arrodillaron y se fundieron en un abrazo que dio la vuelta al mundo. ‘’Ahora, que pase lo que pase. Ya lo vi campeón acá..’’ dijo la Justina Salvio.
El Toto, casi entre lagrimas, dedicó la victoria a su familia, y en especial a su madre ‘’Se lo dedicó a mi familia, a mi mamá’’.
El regreso y el homenaje a Diego a Boca Juniors
Después de semanas de trifulcas dialécticas y cruces de palabras fuertes, entre la directiva de Boca y Diego, por el homenaje al 10, Diego pisó por fin la Bombonera. Ver a Diego es siempre una apuesta de emoción.
Lo hizo 12 años después y finalmente en un ambiente festivo, alejado de las agresiones verbales.
No pudo evitar el llanto ante una situación inolvidable para la hinchada Xeneize, que no paró de cantar y alentar al Dios de Boca. Diego respondió besando el pasto de La Bombonera y susurrando los cantitos de la hinchada. Recibió una plaqueta por parte de de Brinsisi y Perotti, que pusieron por fin cierre a una historia bochornosa entre ambas partes, que nunca debió suceder.
El último guiño de Diego a la hinchada lo protagonizo en su regreso al vestuario. La hinchada lo coreo y el Pelusa respondió haciendo el gesto de la gallina, en honor a River. Un gesto que puso el punto de emoción a la hinchada de Boca.