Más de 270 días sin ver el arco contrario lleva el Oso Pratto . Algo que para un delantero es sinónimo de sequía, para el Oso, es sinónimo de hibernación.
Por encima de esto, no esta contando con las confianza suficiente para salir a jugar, algo imprescindible para poder convertir. En definitiva, un circulo vicioso que esta llevando a Lucas Pratto a vivir uno de las rachas más negativas de su carrera, disminuyendo sus pronósticos en las mejores casas de apuestas argentinas.
El último gol del Oso Pratto
Para buscar el último gol que convirtió Pratto fue el 30 de mayo del año pasado, cuando hizo un tanto importantísimo en la final de la Recopa Sudamerica, dando vuelta a las apuestas deportivas, ante Atlhético Panaerense en el Monumental en el que River ganó por 2 a 0. Aquí se le perdió el rastro a los goles de Lucas, que desde entonces se acerca al año sin convertir un solo gol con la camiseta de River.
Desde esta final, disputó 26 encuentros entre Superliga (15 partidos), 4 de Copa Argentina y 7 en la Libertadores. En todos ellos salió desde el banco y no disfrutó de muchos minutos.
Lucas ha sido relegado a una condición que no esta acostumbrado. Es casi el cuarto delantero del club millonario por detrás de Matías Súarez y Rafael Borré que están mostrando un altísimo nivel.
La última oportunidad la ayer, en la Copa Libertadores, jugando en Quito, contra Liga de Quito, en el que se llevo una goleada de 3-0. Un partido en el que River estuvo plagado de suplentes y en el Muñeco Gallardo no asistió.
El Oso fue titular, pero no jugó un buen partido, como en general todas las líneas de River, que se vieron superados en todos los sectores del campo y se llevaron una dura derrota. Parece que la cabeza la tenían este domingo a la 1.
El Oso Pratto, Hibernando
Por el momento, el Oso sigue hibernando, a pesar de disputar de una oportunidad única de romper su racha negativa. Sin embargo, parece que en cualquier momento puede despertar. Su último gol fue en una final. Este domingo, River tiene otra final para ganar la Superliga. Y el Oso es especialista en convertir en finales.