El regate. La gambeta. Humillar al rival. Esa controvertida acción que a a veces se convierte en un recurso útil. Otra en un recurso de espectáculo. En deporte al minuto repasamos lo más característicos de la historia.
El regate. La gambeta. Humillar al rival. Esa controvertida acción que a a veces se convierte en un recurso útil. Otra en un recurso de espectáculo. En deporte al minuto repasamos lo más característicos de la historia.
El regate. La gambeta. Humillar al rival. Esa controvertida acción que a a veces se convierte en un recurso útil. Otra en un recurso de espectáculo. A lo largo de la historia han existido momentos en los que jugadores de leyenda, han creado regates de leyenda. En deporte al minuto repasamos lo más característicos de la historia.
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Zinedine Zidane era una apuesta segura de elegancia. Un jugador de otra galaxia, que deslumbró al mundo con un regate que lo caracterizó durante toda su carrera. La ruleta francesa.
Un movimiento con el que el francés conseguía proteger la pelota, generando un espacio de ventaja con el que poder pensar y ejecutar el pase más adecuado.
La ruleta tuvo varias variantes y podía acabar en un pase habilitando al compañero o en con Zinedine en la mejor posición en la que poder dar un pase.
Romario era una apuesta sin riesgo hacia el gol. Un clásico del jugador brasileño. Control de espadas y vuelta de 180 grados arrastrando la pelota con el interior del pie, para colocarse de frente a la portería. Y definir como solo sabia él.
Alkorta todavía tiene esa jugada en la cabeza. Él fue la victima del espectáculo que hizo el brasileño en el clásico español.
Un regate de fantasía. Como el fútbol del mago brasileño. Cualquier casa de apuesta apostaría por la magia con Ronaldinho en el equipo. Y eso era la elástica.
Un giro de tobillo, a la velocidad de la luz, que dejaba desconcertado al rival. Ronaldinho patentó un movimiento que se ha convertido en símbolo de jogo bonito.
Las bicicleta de Ronaldo. De los dos Ronaldos. Curiosamente, el portugués y el brasileño comparten un movimiento característico. La bicicleta. Un movimiento por encima del balón para despistar el oponente y dejarlo por los suelo hasta salir por el lado que menos se espera.
Un recurso que el portugués utiliza habitualmente hasta la saciedad.
Envolver la pelota como si fuera un bebe. O eso por lo menos hacia ver Andrés Iniesta cada vez que ejecutaba su famosa croqueta. Un traspaso del balón de pie a pie que además de ser un movimiento bello estéticamente, era totalmente eficiente. El manchego conseguía salir de marabuntas de rivales solamente con este movimiento.
Cruzar una pierna por detrás de la otra para golpear la pelota y poner un centro o rematar al arco. Un recurso que el portugués Quaresma utiliza habitualmente y en la que los mejores pronósticos siempre dan buenas cuotas porque el portugués realizará esta acción.
El movimiento, complejo motrizmente, resulta bastante eficiente si uno se ve negado a la hora de golpear con los dos pies.
El excéntrico Graveseen marco una época en la etapa galáctica del Madrid. Un jugador de contención con poco fútbol, que ni las mejores casa de apuestas imaginarían que jugaría de titular en el Madrid de los galácticos. Pero que en algún momento de su etapa madridista se atrevió con detalles de crack. O lo intento.
De ahí nació la famosa gravesiña, un movimiento propio del FIFA Street en el que contra todo pronostico, el jugador pone en juego su rodilla arrastrándola contra el suelo mientras conduce la pelota.
Un movimiento poco funcional y poco efectivo, que a pesar de eso, todavía se recuerda en el futbol español.
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