Los regresos más sonados
Volver a casa con honores. Recibir el calor de lo que un día fue tu casa. Eso es lo que deben sentir muchos jugadores al volver al club que los vio nacer como futbolistas después de haber triunfado en el fútbol europeo. Repasamos los regresos de los hijos pródigos
Carlos Tévez
En 2015 se producía el primero de los regresos. Carlitos, volvió al club de sus amores. Lo hizo con la Bombonera a reventar, para recibir a su hijo prodigo. El jugador el pueblo recibió uno de los reencuentros más recordados en los últimos años en club Xeneize, después de once años por tierras europeas.
Boca lo vio nacer como futbolistas, hasta que un pasó fugaz por Brasil lo catapulto a Inglaterra, donde simplemente hizo lo que más sabia: Ser Carlitos Tévez.
Juan Román Riquelme
La andadura de Román por Europa se terminó en el Villareal en el año 2007. Después de desplegar magia por la costa mediterránea española se produjo el segundo de los regresos más sonados
El FC Barcelona le dio labienvenida al fútbol europeo, donde no llegó a despuntar. En Villareal encontró su punto, y ayudó al submarino amarillo a conseguir la etapa más gloriosa de su historia junto a Diego Forlán como socio. Hicieron que el Villareal fuera un equipo a tener muy en cuenta.
En su vuelta a Boca, siguió repartiendo magia. Con la madurez propia de un jugador consagrado fue un jugador determinante para conseguir la Libertadores de 2007. Boca consiguió comprar la totalidad del pase en 2008. Desde ese año, Riquelme permaneció en el club hasta 2012. Fue el gran culpable que Boca fuera el favorito de las para ganar los siguientes campeonatos.
Pablo Aimar
Aimar tenía una cuenta pendiente en su carrera y consiguió cerrarla.
Tal vez él, mejor que nadie, representa la parte más romántica del fútbol.
Pocos podían prever donde terminaría su carrera. Lo hizo en una de las vueltas más especiales de los último tiempos. Regresando a los 38 años para cumplir un sueño que tenía desde chiquito: Jugar con su hermano Andrés con la camiseta de Estudiantes de Río Cuarto.
Osvaldo a boca
Un futbolista diferente. Un bohemio del fútbol. Un futbolistas que le gusta el fútbol, pero no lo que lo rodea. Así se puede definir a Daniel Osvaldo, que volvió a Boca en dos ocasiones, en 2015 y 2016.
Sin embargo su rendimiento no fue el que los pronósticos deportivos preveían y no fue el goleador que fue en los grandes clubes europeos en los que jugó. Ahora, como buen bohemio, se dedica enteramente a la música.
Los hermano Milito
Diego y Gabriel Milito volvieron a casa como si su madre los hubiera llamado para volver. Pero cada uno a su habitación.
Gabriel lo hizo antes que Diego, en 2011, volviendo a Independiente, club que lo vio despegar entre 1997 y 2003.
Diego volvió un poco más tarde al eterno rival. Lo hizo en 2015, para jugar en Racing, y ayudar a la Academia a ser campeón del fútbol argentino.
A pesar de la evidente rivalidad, como buenos hermanos, ambos estuvieron ligados más allá de compartir sangre. Coincidieron en una de las épocas más gloriosas del Zaragoza en España en el año 2007, donde eran una seguro de contundencia y gol.