1 sorpresa negra en Juegos Olímpicos
Un campeón negro, por fin.
La raza negra en disciplinas acuáticas siempre ha creado mucha controversia. A lo largo de la historia se han creado muchas teorías, desde perspectivas científicas hasta socioeconómicas.
No fue hasta 1988, donde se encontró contra todo pronóstico en piscina, a un campeón negro. Anthony Nesty, consiguió el oro destrozando todas las apuestas deportivas en los 100 mariposa en los juegos de Seúl. Se había tardado 100 años de disputa de los juegos olímpicos en ver al primer campeón negro en natación. 30 años después, Simeone Manuel, también en unos 100 metros, esta vez libres, ha vuelto a ganar una medalla de oro para la raza negra en piscina con un cromo de 52,70, compartiendo el mismo récord olímpico con la canadiense Penelope Oleksiak.
El oro, vuelve a abrir un debate científico en donde entra en juego la anatomía y la fisiología. La evidencia nos dice que la raza negra por lo general se caracteriza por tener una mayor densidad ósea, impidiendo la flotabilidad, además se caracterizan por poseer un tipo de fibras (llamadas fibras tipo IIb) más explosivas que los otros tipos de fibras. Estas consumen más energía rápida, pero se fatigan antes que las otras. Deportistas con este tipo de fibras, rinden mejor en deportes de carácter explosivo, y no tanto en resistencia, como puede ser los deportes acuáticos.
Influencia económica
Otro factor, que influye y que tienen en cuentas las casas de apuestas deportivas es la económica. Por lo general, la población negra accede menos a la universidad en muchos países. Por tanto, tiene menos posibilidades de recibir una beca para dedicarse al deporte de alto rendimiento y en concreto a la natación. Además en los países africanos, la población tiene difícil el acceso a piscinas en donde entrenar hasta ser campeones de élite.
Simeone Manuel
La chica de raza negra, nacida en Estados Unidos en 1996, ha roto una barrera grande, al ser la primera nadadora afroamericana en ganar un oro olímpico contra todo pronóstico. Además ha roto una barrera incluso aún mayor: la de los prejuicios raciales. Durante toda su vida le han preguntado si realmente estaba hablando en serio o bromeaba cuando contaba que era nadadora.
En los Juegos Olímpicos de Río, cayó todas las bocas de una infancia, en donde menospreciaban su esfuerzo y su sacrificio, llegando incluso a comentarios racistas. No partía como favorita para ganar el oro. Y no solo lo logró, sino que además con récord olímpico, convirtiéndose en una apuesta segura para los próximos eventos en la piscina.
La final fue emocionante. Las australianas y hermanas Campbell, y la sueca Sarah Siostrom partían favoritas. Cate Campbell arrancó a un ritmo frenético. Estando incluso, a ritmo de récord del mundo en los primeros 50 metros. La australiana se fue desinflando en la segunda parte de la carrera. Donde la nadadora afroamericana aumentó su rendimiento y superando a la otra nadadora se hizo con la victoria y oro compartido con la canadiense Penelope Oleksiak.
Contra todo pronóstico, una nadadora de raza negra, que había luchado por su sueño desde la infancia había conseguido un oro olímpico. Este hito, no hace si no enseñar al resto de la población marginada con prejuicios y estereotipos que si crees, y trabajas para ello, es posible conseguir tus sueños. Simeone Manuel, hoy en día sigue motivando a la gente a que cambien sus patrones mentales y se lancen, llegando incluso a negociar una cláusula en su contrato de patrocinio con la agencia, para ayudar a este tipo de gente marginada. La nadadora entiende que tiene que influir a gente durante su viaje a por sus sueños para que el viaje valga la pena. Simeone Manuel, pasará a la historia, por convertirse en la primera nadadora en ganar un oro olímpico, y por haber conseguido cambiar y romper estereotipos incluso científicos y económicos.