Sobre la bocina
El Mundial de 2002 fue un evento con muchas sorpresas que descolocó las apuestas deportivas que se habían hecho hasta el momento. Una de las mayores sorpresas se produjo a la fase de grupos, donde la eterna favorita a los mundiales, la selección Argentina, cayó contra todo pronóstico en la fase de grupos sobre la bocina. Esta es la intrahistoria del sentimiento de fracaso de una nación con su selección, que te contamos en Deporte al Minuto.
El año 2002 podría considerarse la época histórica del fútbol argentino antes de Messi (A.M) y post maradoniana (P.M). Un periodo de la historia entre 1994, donde el Pelusa disputó su último partido contra Nigeria y entre 2005 donde Messi debutó con la albiceleste mayor.
Entre este periodo de mesías argentinos, existía una grupo de jugadores que formaron durante años un equipo único, sin la necesidad de estrella ni mesías, pero que a pesar de esto formó uno de los equipos más compactos que se recuerdan en la selección argentina.
Gran parte de este grupo fue el que representó a Argentina en el Mundial de 2002. Leyendas clásicas como El mono Burgos, Roberto Ayala, Placente, Zanetti, Simeone, Aimar, Gallardo, Gustavo López o el mítico Batistuta eran parte del elenco con el que se presentó el conjunto de Bielsa en Corea y Japón.
Los pronósticos deportivos daban como uno de los grandes favoritos a esta selección y las casas de apuestas tenían grandes pronósticos.
El equipo de un loco
La selección llegaba al Mundial de 2002, como uno de las grandes apuestas, no solo por sus jugadores, sino por el buen hacer del loco Bielsa desde que tomaría las riendas del equipo en 1998.
Marcelo Bielsa, fue elegido como mejor seleccionador del mundo en 2001, tras conseguir registros históricos en los partidos de clasificación, que sin embargo no pudieron ser replicados en partidos de eliminatorias de torneos como la Copa América o el Mundial de fútbol de 2002.
La selección argentina, se conformaba con una medular con Ayala en la defensa, Verón en el centro, y unos delanteros que proporcionaban contundencia y magia a partes iguales: Crespo y Ariel Ortega.
El grupo de la muerte
A pesar de la pronta eliminación en la Copa América de 1999, donde cayeron frente a Brasil por 2-1, la selección se encuadró en el mundial en un grupo relativamente difícil, con un viejo enemigo: Inglaterra. El resto del grupo estaba conformado por Nigeria y Suecia. A pesar de que este grupo F fue denominado como el grupo de la muerte, la selección argentina resultaba una apuesta segura para seguir adelante después de la fase de grupos.
‘’Siento que este Mundial va a ser especial’’
El pueblo argentino se sentía ilusionado con uno de los mayores equipos que se recordaban hasta el momento, después de una época de reconstrucción post Maradona y con un loco como líder.
Los clásicos anuncios de las grandes marcas nacionales, arengaban y motivaban a un creer que la selección podría ser la apuesta segura para ganar el Mundial. El propio Maradona pronunciaba una famosa frase en uno de estos anuncios: ‘’Siento que este Mundial va a ser especial’’.
Y si que fue especial. La selección comenzó la fase de grupos ganando a Nigeria por un corto margen de 1-0 y sembrando dudas en el juego.
El novedoso sistema de Marcelo Bielsa con su 3-4-3 inédito en la selección, no fue suficiente para contrastar la victoria de Inglaterra por 0-1 con un gol de penal de David Beckam, que ponía contra las cuerdas al seleccionado argentino.
El último partido, ponía toda la presión sobre los jugadores de Bielsa, que se veían obligados a ganar a un conjunto sueco que llegaba al encuentro mostrando un rendimiento solido y compacto.
El gol de Svensson tras una falta directa, puso más aún contra las cuerdas a los Verón y compañía que buscaron desesperadamente el gol, que no llegó hasta el minuto 88 del partido, casi sin tiempo para reaccionar.
El empate ante Suecia, dejaba patas arriba las apuestas deportivas y ponía en jaque a un equipo formado para ganar, y que contra todo pronóstico quedaba eliminado en la fase de grupos dejando las esperanzas de un pueblo por los suelos.
La eliminación fue uno de los mayores fracasos a nivel de selección de Argentina, tanto por el rendimiento previo del equipo como por la conformación del mismo.
Una derrota amarga
Las preguntas y críticas fueron varias y las respuestas pocas. Muchos acusan al bajo rendimiento físico del equipo tras una larga temporada en los clubes europeos, y otros apuntan a Bielsa como culpable, que a pesar de la derrota fue reafirmado en el cargo hasta 2004.
Uno de los grandes perjudicados fue la Brujita Sebastián Verón, al que eternamente se le acusará de ‘’venderse’’ y de jugar mal contra Inglaterra, país donde jugaría al año siguiente, en el Manchester United a cambio de un contrato millonario.
Tras este bajo rendimiento, el propio Bielsa lo excluyó del equipo titular contra Suecia. Declaraciones posteriores del propio jugador revelaron que jugó arrastrando serias molestias en el tendón de Aquiles y con un desgarro en el gemelo, que justificarían su pobre rendimiento ante el cuadro é y la baja frente a Suecia.